Esta vez no hay fotos, solo palabras.

¿Qué cosas los hacen felices? Muchas veces me he preguntado eso, cada vez respondo cosas diferentes, unos días es ver la sonrisa de mi mamá, otro día es el simple hecho de estar sana y viva, otros días no encuentro razones, me siento mal agradecida, porque tengo muchas cosas por las cuales sentirme feliz, pero he llegado a la conclusión de que la felicidad al igual que la tristeza son estados de ánimo que duran determinado tiempo, algunas veces más, algunas veces menos. A veces tratamos de encontrar algo que “nos haga felices” o pensamos que quizás no somos lo suficientemente felices, pero realmente la felicidad tiene altas y bajas. Al menos así es para mi. Quizás ustedes piensan que lo que ven en Instagram o en cualquier red social es la realidad pero les digo, no es así. Allí mostramos lo que estéticamente se ve mejor, lo que quisiéramos, el ideal de la vida que quisiéramos tener. Pero más que nada escribí esto para darles ánimos, para contarles que no todo es como lo vemos en las fotos, todo el mundo llora, todo el mundo se siente mal de vez en cuando e incluso muy seguido, pero nadie quiere ver una foto de alguien llorando y con la misma ropa del día anterior porque no encuentras las fuerzas de bañarte y arreglarte, esa es la parte que nadie ve. Muchas veces he querido dejar de ser blogger (no es mentira), porque siento que es un mundo tan falso, tan lleno de expectativas y de idealizaciones. Siempre incluyo fotos en mis blog posts para que las personas se metan a leerlo, somos seres muy visuales y si algo no te atrae, lo dejas pasar. Pero ayer tomé la decisión de dejar que lo que los demás piensen me afecte, porque me afecta y mucho, mucho más de lo que quisiera. Ya sé que me pasé del tema de la felicidad a uno totalmente diferente, pero es algo que va de la mano, uno no puede ser feliz dependiendo de los demás o de la validación de los demás. Yo Stephanie Moreno, dependo de la validación de quienes me rodean y me ha costado mucho aceptarlo, me hago creer a mi misma que no me importa lo que las personas piensen de mi pero si me importa. Jamás podré ser feliz si sigo pensando de esa forma. Quizás lo leemos o escuchamos muy a menudo pero nuestra felicidad no es trabajo de nadie, es responsabilidad propia. Dejemos de asignarle obligaciones a nuestras parejas, a nuestra familia, nadie nos hará felices si no somos felices por nuestra propia cuenta. Sé que he alejado a muchas personas de mi, no por que les haya hecho algo, sino por que les asigno obligaciones que no les corresponden y eso es agotador para cualquiera. Nadie puede cargar con nuestros problemas.

Si me preguntan hoy, ¿qué me hace feliz? Les diría que nada. Porque aún sigo buscando mi felicidad interna, mi estabilidad, mi paz.