ph: @monodelespacio

¿Alguna vez se han preguntado de dónde vienen las expresiones en las que la vida es comparada con sabores? “La vida es dulce”, “Un trago amargo”, “Una situación picante”, en fin, existen muchas…

Personalmente creo, que la comida y los sabores despierta en nosotros diferentes emociones. Un trozo de chocolate puede hacer que tu organismo libere endorfinas, y por ello te sientas feliz. Hay comidas que nos hacen recordar, ya sean momentos tristes, o momentos gratos, pueden llevarnos a un lugar en el pasado.

Es curioso cómo en los últimos meses, mi novio y yo, hemos tenido la oportunidad de convivir con muchos chefs en Guatemala, aprendiendo sobre los diferentes gustos de cada uno de ellos, conociendo un poco sobre sus raíces y probando sus platos.

• Hace poco, tuvimos la oportunidad de entrar a la cocina de Jake Denburg, del restaurante Jake´s,  justo en el día en que estaba realizando una colaboración con Pablo Díaz, de Mercado 24.  Es interesante cómo dos personas tan diferentes pueden crear en sintonía. Jake, un norteamericano que es más guatemalteco que muchos que nacimos aquí, que está encantado con toda nuestra cultura  y Pablo, un talentoso chavo, nacido en Escuintla y apasionado por los mariscos.

La noche fue muy especial, pues sus platos se mezclaron y pudimos probar cosas que ni se nos habrían ocurrido que podrían ir bien juntas.

Me gusta poder contarles lo que viví, y tratar de explicar con palabras algo tan complejo cómo una personalidad. Cada vez que pienso en Jake, pienso en una persona apasionada, de esas personas de las que uno siempre se quiere rodear. Alguien con muy buen estilo y una personalidad extravagante. Jake siempre tendrá algo que contarte y siempre aprendes algo nuevo de él y su forma liberal de pensar y ver la vida. Su camisa de lona y sus anillos de plata me hacen pensar en un personaje de una película, quizás son sus gruesos lentes negros, o el hecho de que mide casi dos metros, sin duda es uno de esos personajes que no olvidas. Si alguna vez están por su restaurante tienen que probar sus hamburguesas, cómo él mismo dice: “sólo un gringo podría hacerles una hamburguesa tan buena”.

Me alegra mucho haber conocido a personas tan talentosas y apasionadas cómo ellos,  que haciendo lo que aman, logran despertar en mí sentimientos olvidados, por hacerme recordar, por enseñarme un poquito de su vida a través de la comida. Necesitamos más personas apasionadas por lo que hacen, necesitamos más días dulces y memorias picantes. Si tuviera que describir mi experiencia estando cerca de personas cómo Jake y Pablo sería: “me llenan de vida”.